El presidente de la República, Francisco Sagasti, acompañado del ministro de Cultura, Alejandro Neyra, entregó la resolución del Ministerio de Cultura que declara como Patrimonio Cultural de la Nación a la danza Los Negritos de Huánuco, por constituir una variante particular de un género de danza muy difundido en toda la región andina.
Esta danza entrelaza diversos motivos como la esclavitud, la servidumbre, un retrato del poblador pagano, de gran lujo y vistosidad, y la manumisión. Además, configura un discurso coherente y una visión de la historia y sociedad andina; así como expresa una intensa devoción religiosa a través de una estética de gran riqueza visual, musical y dancística, por lo cual se ha convertido en un emblema de identidad para la región Huánuco.
El pedido fue hecho por José Luis Villavicencio Guardia, en su calidad de alcalde de la Municipalidad Provincial de Huánuco, quien solicitó declarar a la danza Los Negritos de Huánuco, como Patrimonio Cultural de la Nación. Fue él quien recibió la resolución de manos del presidente Sagasti y el ministro de Cultura, acompañado de dos danzantes de los Negritos de Huánuco.
Cabe destacar que, las danzas en las que se representa a la población de origen africano, están entre las más difundidas en la tradición andina. El origen de este tipo de danza suele situarse en la llegada, en tiempos coloniales, de grandes contingentes de esclavos de origen africano. Justamente la danza de los Negritos de Huánuco es una de las versiones más conocidas de este género en el país, erigiéndose por su esplendor visual y sus componentes, en un emblema de la tradición popular huanuqueña y de su compleja historia.
Una historia difundida en varios textos atribuye el origen de la danza a las iniciativas de Fermín García Gorrochano, caballero español que hacia 1620 residía en una finca ubicada en lo que es hoy el perímetro de la Plaza de Armas de Huánuco, quien reorganizaría las danzas religiosas originarias de sus esclavos bajo un patrón de danza cortesano, como vehículo de veneración al Niño Jesús.
De esta iniciativa no solo saldría el nombre del personaje de la cuadrilla llamado corrochano o corochano, sino el frecuente recurso del látigo, que remite al uso de la fuerza por parte del patrón español, tanto sobre los esclavos como sobre las poblaciones nativas sometidas al régimen de servidumbre.
Las cuadrillas de Los Negritos de Huánuco tienen un papel protagónico en la Festividad del Niño Jesús que se celebra en la ciudad entre el 24 de diciembre y el 19 de enero, y son emblemáticas en la tradición huanuqueña. Por su importancia y valor simbólico e identitario, la danza de los Negritos ha sido declarada como Patrimonio Cultural de la Nación.