Etiopía está al borde de la desintegración por la Guerra de Tigray y el fracaso de las elecciones

Frente de Liberación Oromo no participará en las próximas elecciones generales de junio tras revelar presiones del gobierno central y esto podría ocasionar que otros partidos independentistas desistan de presentar a las elecciones.

El gobierno etíope del primer ministro y Nobel de la Paz Abiy Ahmed Ali no solo está en guerra actual contra la única fuerza opositora de su gobierno que a su vez gobierna en la región norteña de Tigray, sino también tendrá un enfrentamiento en las urnas los primeros días de junio ante otras cinco nuevas fuerzas políticas que buscan entrar al parlamento por primera vez.

Dos de ellas son nacionalistas etíopes y federalistas y no cuestionan la integridad territorial del estado etíope, pero las otras tres sí. Están el Frente de Liberación de Oromo que busca la autodeterminación del pueblo oromo y la constitución de un estado oromo independiente, así como el Movimiento Nacional Amhara (nacionalista amhara) y el Frente de Liberación Nacional de Ogadén (nacionalista somalí).

Dawud Ibsa Ayana, líder del Frente de Liberación Oromo, ha anunciado esta semana la retirada de participación de su formación política de las próximas elecciones generales del de junio alegando que el gobierno central de Abiy Ahmed Ali les ha presionado hasta llegar a un punto insostenible. Esto sin duda traerá repercusión en los nacionalistas amharas y somalíes, que también podrían renunciar en un contexto tan delicado como el actual con la Guerra de Tigray y la pandemia.

Tanto Oromía como Amhara constituyen las regiones más pobladas y grandes del país con más de 60 millones de habitantes. La región somalí, por su parte, es la cuarta más grande mientras que Tigray ocupa la quinta posición. Cualquier eventual independencia de facto tanto de los oromos como de los amharas significará la desintegración definitiva de Etiopía.

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