¿Por qué el exceso de sal es malo para la salud?

Los médicos constantemente recomiendan reducir el consumo de sal para mantenernos saludables. Múltiples estudios revelan la relación que existe entre el exceso de sodio y la aparición de múltiples enfermedades: hipertensión arterial, mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares e infartos al miocardio, desarrollo de ciertos tipos de cáncer, insuficiencia renal crónica y osteoporosis son solo algunas de las patologías asociadas a este mal hábito.

Aunque parezca contradictorio, el ser humano necesita de sodio para regular muchas de sus funciones, como el óptimo funcionamiento de los músculos y nervios, el volumen sanguíneo o la presión arterial. Sin embargo, como todo en la vida, el exceso es peligroso. Cuando se ingiere sal en forma exagerada el organismo puede resultar seriamente afectado.

La Organización Mundial de la Salud aconseja consumir como máximo 5 g de sal refinada al día, lo que equivale a 1 cucharadita al ras. Cuando se trata de sal marina o gruesa, una cucharadita equivale a 3 gramos. No obstante, la mayoría de personas duplica esta cantidad, lo que la predispone a sufrir una serie de afecciones con el pasar del tiempo.

El doctor Víctor Geng Chiong, médico internista de la Clínica Ricardo Palma, señala que la mayoría de alimentos procesados contienen sal, por eso debemos tener cuidado al sazonar nuestras comidas para no extralimitarnos con las cantidades recomendadas. Incluso, refiere que muchos alimentos tienen sal de manera natural como la betarraga, el apio y la leche.

“Lo ideal es evitar la ingesta de sal o limitarla al mínimo y acostumbrarse a usar especias y hierbas para darle un agradable sabor a las ensaladas, guisos y sopas”, explica tras sugerir comer de manera esporádica papas fritas, quesos, embutidos, sopas y cremas industriales porque contienen demasiado sodio.

Tan solo una pizca de sal es suficiente para mejorar el sabor de los alimentos y ayuda a nuestro organismo a funcionar correctamente, pero no se sobrepase; prepare sus comidas con menos sodio y lea las etiquetas de los productos para evitar caer en excesos. Su cuerpo se lo agradecerá.

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