Asesinan a defensor ambiental en Madre de Dios
Él y su padre habían sido amenazados en varias oportunidades desde el año 2012 debido a que luchaban contra la minería y tala ilegal, cuando se inició la invasión de sus territorios.
Roberto Carlos Pacheco Villanueva, hijo del conocido ambientalista Demetrio Pachecho, fue asesinado el viernes 11 durante su concesión forestal presuntamente por invasores de terrenos relacionados a la minería ilegal. Según el portal Ojo Público, este sería el cuarto defensor ambiental asesinado durante la pandemia del coronavirus.
Su cuerpo, que había recibido un disparo en la cabeza y otro en la cadera, fue encontrado por su padre Demetrio cerca del margen derecho de la carretera Interoceánica a la altura del kilómetro 356, en Madre de Dios. Un vehículo de color naranja, sin placa ni número de chasis fue encontrado no muy lejos de los hechos.
Roberto Carlos, junto a su padre, habían denunciado ser víctima de amenazas de muerte por parte de invasores ilegales que ingresaban a su propiedad.
"Aquí estás perdiendo tu tiempo, tú eres el que tienes que desaparecer de aquí", es la última amenaza que recibió Roberto Carlos Pacheco en abril del 2020. Fue su padre quien lo mencionó durante una entrevista con Mongabay Latam. Dichas palabras vinieron de un grupo que se encontraban dentro de la concesión, quienes Roberto recriminó por haber talado algunos de sus árboles.
Las invasiones a la concesión de 842 hectáreas de bosque adjudicadas a Pacheco empezaron a registrarse en el año 2012. El terreno que está dedicado principalmente al aprovechamiento de la castaña, está a su nombre desde 1995.
"Desde que empezaron a invadir, en el 2012, he realizado por lo menos ocho denuncias por deforestación", indicó Pacheco. Se sabe, que junto a un grupo de ambientalistas y propietarios de concesiones forestales llevan años enfrentándose abiertamente a la minería ilegal, la tala ilegal y las invasiones de terrenos.
Las amenazas fueron constantes hacia la familia Pacheco. En 2017, Roberto Carlos Pacheco fue golpeado y amenazado con un arma y machete. El mismo año pusieron el cañón de un arma en su boca y destruyeron sus bienes personales. En otra ocasión dejaron una bala en la mesa de su comedor.
Según Pacheco, pidieron garantías en el 2017 en la Prefectura de Puerto Maldonado, pero no la quisieron recibir. Por ello, solo contó estos hechos al Defensor del Pueblo en Madre de Dios.
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