La minería responsable no es enemiga del ambiente

 

El Observatorios de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) identifica 25 disputas entre comunidades y mineras que tienen como eje principal al agua. En estos conflictos suele percibirse que el impacto de la actividad minera es incompatible con la agricultura pero experiencias internacionales afirman que la convivencia sí es posible con la aplicación de tecnologías para una gestión hídrica responsable.

La historia ha sido larga y turbulenta, desde conflictos como el de Yanacocha en Cajamarca hasta el Aymarazo en Puno y Las Bambas en Apurímac, toda la geografía peruana está atravesada por conflictos socioambientales relacionados con la minería.

Según la Defensoría del Pueblo del Perú, en el país existen 73 conflictos mineros de los cuales 59 están en estado activo y con la capacidad de estancar las operaciones e impactar la economía nacional.

Para los representantes de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR), la minería puede llegar a parámetros aceptables de sustentabilidad al aplicar tecnologías de reúso de agua y efluentes (remanentes líquidos de los procesos) para mitigar el estrés hídrico de las fuentes superficiales de agua, implementando así la economía circular.

Empresas mineras tienen prácticas de reúso de agua en sus procesos internos a diferencia de las explotaciones de minería ilegal u operaciones desprovistas de la asesoría adecuada. Además, se pueden recuperar elementos y sustancias con otros fines. De esta manera se reduciría considerablemente la extracción del agua disponible y se tendría una correcta disposición de los elementos contaminantes propios de la actividad.

Eduardo Lanao, miembro del comité técnico de ALADYR para el sector minero en Perú, sostuvo que uno de los problemas radica en el desconocimiento de la utilización del recurso hídrico. “Se presenta el problema de que la minería en Perú sólo usa el 1% del recurso y la responsabilizan del 99%” resaltó.

Agregó que a menudo los ciudadanos creen que la minería se opone a la agricultura pero existen ejemplos comprobados de coexistencia en países como Nueva Zelanda, Chile y Bolivia. “Nuestro país (Perú) es más minero que agrícola” añadió para sustentar que el rendimiento por metro cúbico de agua aplicado a la minería es mayor que en la agricultura.

Al comprender esta realidad “Perú es un país más minero que agrícola” es posible organizar las prioridades de inversión y desarrollo; aun queriendo ser una potencia en agricultura, las condiciones geográficas del país están dadas de forma natural para la minería y esta industria debidamente formalizada y estructurada haría del Perú una economía más fuerte.

“La informalidad es la verdadera enemiga”

El experto indicó que paradójicamente la minería informal no recibe la condena social que padece la formal y es mucho más contaminante puesto que no se atiene a regulaciones, inspecciones ni ética alguna. “La minería formal es a la que se le pide todo y a la informal no se le pide nada y tiene mayor respaldo social”, opinó.

Reiteró que los informales usan mercurio y contaminantes altamente peligrosos para el ambiente y la salud humana. “Es fácil detectar a una empresa grande y multarla pero cómo lo haces con un ilegal”.

“Los medios de comunicación e instituciones deben informar verazmente sobre el uso del recurso hídrico en la minería a pesar de la condena social que hoy supone, porque el desarrollo nacional depende en gran parte de esta actividad”, apreció.

Por su parte, Alejandro Sturniolo, vicepresidente de ALADYR, fue un poco más lejos y declaró que la sustentabilidad de la vida como la conocemos y la preservación ambiental sólo son posibles con las nuevas tecnologías de generación energética y que estas precisan de minerales como litio y cobre (Perú es el segundo mayor productor en el mundo) para superar a los combustibles fósiles.

“Hoy es imperativo producir metales y minerales mediante el uso de procesos y tecnología verde. El uso de agua de mar directo o desalinizada por medio de la tecnología de ósmosis inversa y el reúso de efluentes serán cruciales en los próximos años para el desarrollo sustentable de este sector”, sentenció.

La gestión hídrica aplicada a la minería y las tecnologías que procuran su sustentabilidad serán elementos a discutirse en el Congreso Bienal de ALADYR sobre desalinización, reúso y tratamiento de aguas y efluentes que se llevará a cabo del 07 al 09 de septiembre en el Centro de Convenciones de Lima.

++++Despiece+++

ALADYR es el máximo referente en América Latina para aquellas empresas, organizaciones e instituciones que integran dentro de su cadena de producción y/o servicios desalación, reúso y tratamiento de agua y efluentes en aras de garantizar el acceso al agua potable. Para ello se ofrece a trabajar coordinadamente con los sectores público y privado para garantizar el progreso sostenible.

Deja una respuesta

Subir